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LA LEYENDA QUE INSIPIRÓ SU NOMBRE

El Tutelar

Según la leyenda, existe un espíritu protector conocido como el Tutelar que habita en lo más profundo del desierto de Atacama.

Se cuenta que este espíritu tiene la apariencia de un hombre anciano y sabio, vestido con túnicas blancas y largas barbas y tiene el conocimiento y el poder para controlar los elementos del desierto, como el viento y la arena.

El Tutelar es considerado tanto un ser benévolo como vengativo. Se dice que guía y protege a los viajeros que se adentran en el desierto, especialmente a aquellos que lo hacen con respeto y humildad. Ofrece orientación y ayuda en momentos de peligro, garantizando su supervivencia.

Sin embargo, aquellos que desafían al Tutelar o actúan con arrogancia y desprecio por el desierto, pueden enfrentar su ira. Se dice que el Tutelar puede desatar tormentas de arena y confundir a los viajeros, haciéndolos perderse en el vasto desierto. Algunos incluso han afirmado haber escuchado su risa burlona en medio de las ráfagas de viento.

La leyenda del Tutelar ha servido como una advertencia para respetar y valorar la naturaleza desértica de Atacama. Se cree que aquellos que mantienen una actitud humilde y respetuosa pueden recibir la guía y protección de este espíritu, mientras que los arrogantes y despreciativos pueden caer en la desgracia y el peligro sin explicación.